El trabajo rutinario de laboratorio requiere el empleo de disoluciones de concentración conocida. Puesto que no es posible tenerlas guardadas, entre otros aspectos, porque se estropean, es necesario prepararlas justo antes de su uso.

Fuente: wikipedia.org
Autor: Pozitron
Hemos comentado que las disoluciones más usuales son las acuosas; es decir, aquellas donde el agua es el disolvente. Un aspecto muy importante en el trabajo del químico es la preparación de disoluciones, proceso que requiere 2 aspectos:
- En primer lugar, están los cálculos teóricos, es decir, cuánto soluto hay que disolver hasta un volumen final de disolución.
- En segundo lugar, vendría la parte práctica.
El primer paso es pesar el soluto, que previamente habremos calculado. A continuaión echamos esta masa dentro de un vaso de precipitados o de un erlenmeyer y la disolvemos con agua destilada. Vertemos la disolución en un matraz aforado cuyo volumen sea el que deseamos preparar y hacemos uno o dos lavados del vaso o erlenmeyer con agua destilada para recoger restos del soluto, añadiendolos al matraz aforado. Posteriormente echamos agua destilada hasta uno o dos centímetros por debajo del enrase, y agitamos suavemente para favorecer la disolución. Por último añadimos agua hasta el enrase.



Vaso de precipitados: Erlenmeyer: Matraz aforado:
Fuente:www.flickr.com Fuente: wikipedia.org Fuente: wikipedia.org
Autor. chaquetadepollo Autor: Lucasbosch Autor: Skaller
Bibliografía:
S.Zubiaurre, J.M. Arsuaga, B,Garzón "Química 2º Bachillerato" Editorial ANAYA
Bibliografía:
S.Zubiaurre, J.M. Arsuaga, B,Garzón "Química 2º Bachillerato" Editorial ANAYA
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